Terapia para parejas
¿Sientes que con el amor no basta para mantener tu relación de pareja? ¿No sabes cómo solucionar los problemas de pareja que tenéis? Haz de la Terapia de Pareja el recurso que necesitáis para volver a equilibrar vuestra relación. ¡Cuenta con nosotros! Nos avala nuestra experiencia en el tratamiento de las distintas problemáticas de pareja.
Fco Javier Quiles
No sé hacia dónde vamos, pero sé que quiero ir contigo:
Hoy en día uno de los motivos por los que más nos visitan nuestros pacientes son por las insatisfacciones que perciben en sus relaciones de pareja. Sin embargo muchas acuden queriendo quemar ese “último cartucho” que los salve de una ruptura definitiva, estando la relación en una grave situación que dificulta y mucho poder sacarla adelante.
Aún obteniendo, en no pocas ocasiones, resultados positivos, no podemos negar que lamentablemente la ayuda terapéutica aparece algunas veces en momentos demasiado tardíos.
Escuchamos a unos y otros expresar “no lo teníamos que haber dejado tanto” o “de haberlo sabido antes hubiéramos dado el paso”.
Para no caer en la asunción de riesgos innecesarios recomendamos buscar la ayuda profesional en el momento que se percibe un estancamiento -provocado por la causa que sea- difícil de resolver por los miembros de la pareja, con temor a quedar enganchados en el mismo y contaminar el clima de la relación.
¿Por qué es necesaria la Terapia de Pareja?
En muchas ocasiones hemos escuchado aquello de “el AMOR todo lo puede”, en alusión al vínculo afectivo que se generó al inicio de nuestra relación como motor al que confiamos la fuerza para mantener y salvar nuestras relaciones sentimentales. Siendo claramente uno de los ingredientes necesarios para poder hablar de relaciones sanas, este no es el único, o lo que es lo mismo “con el AMOR no basta”. La estabilidad de la relación se verá entredicho en numerosas ocasiones, para lo que será necesario disponer de aquellas herramientas que resuelvan de manera eficaz los conflictos surgidos. En el contexto de una Terapia de Pareja se facilitan los elementos que perjudican la relación así como las técnicas y/o recursos que mejorarán el bienestar, intimidad, confianza, … de ambos miembros de manera independiente y en la unión que los mantiene como pareja.
¿En qué consiste la Terapia de Pareja?
La Terapia de Pareja que se desarrolla bajo la presencia de la figura del terapeuta experto propicia el lugar idóneo de encuentro para el afrontamiento de las dificultades que aparecieron y enquistaron la relación. Son muchas las parejas que no abordan, con la suficiente profundidad, sus problemáticas fuera de la consulta, por lo que los despachos se convierten en esa especie de espacio de encuentro.
La mayoría de las sesiones en Terapia de Pareja se desarrollan de manera conjunta (sólo en algunos momentos será necesario realizar sesiones individualizadas), con la presencia del terapeuta que hará de guía de la relación, sin mostrar una inclinación caprichosa por algún miembro de la pareja.
La Terapia de Pareja no es una competición donde las parejas tienen que demostrar quién tiene más fuerza ante el psicólogo mediante la utilización de argumentos que declinen la victoria en favor de su comodidad y/o egoísmo. No es una lucha de poderes, ambos miembros forman parte de un mismo equipo que rema en una única dirección para conseguir un bienestar mayor al que de manera independiente ambos tienen.
¿Qué situaciones se abordan con más frecuencia en una Terapia de Pareja?
- Asesoramiento para el afrontamiento de la separación cuando no es posible la continuidad de la relación.
- Dependencia emocional.
- Desacuerdos en aquellos aspectos importantes de la relación: crianza de hijos, familia política, ocupación del tiempo libre, inversiones importantes …
- Relaciones conflictivas-tóxicas.
- Sensación de soledad de uno de los miembros de la pareja.
- Crisis por falta de confianza.
- Discusiones frecuentes.
- Déficit en las habilidades de comunicación empleadas.
- Dificultades en la convivencia.
- Relaciones no igualitarias.
- Roles estereotipados y rígidos: dificultad para aceptar cambios en los roles de pareja (ej.: escasa participación en tareas domésticas, cuidado y educación de hijos, etc)
- Control de la ira.
- Disfunciones sexuales: eyaculación precoz, anorgasmia, falta-pérdida de deseo, dificultades de erección, adicción al sexo, insatisfacción en las relaciones sexuales, vaginismo, etc.
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