¿Alguna vez has dejado de hacer algo por miedo a no saber el resultado? ¿Prefieres evitar situaciones en las que tienes hacer o probar algo nuevo delante de la gente? ¿Has rechazado proyectos interesantes que pueden mejorar tus condiciones de vida sin una razón aparente? ¿Tu hijo/a se bloquea sin motivo aparente ante una situación que en principio no es peligrosa? ¿Deja de ir a alguna actividad porque dice aburrirse?
Es evidente que el fracaso es algo que no gusta a nadie pero siento decrite que irremediablemente forma parte de la vida tanto adulta como infanto-juvenil. Aceptar que somos personas es aceptar que nos podemos equivocar, que todo no depende de nosotros, todo no está bajo nuestro control.
Fracasar o quivocarse supone en muchas ocasiones una oportunidad de aprendizaje y aceptar que hay una parte incontrolable en todas las cosas.
Miedo al fracaso, ¿cuándo preocuparnos?
El miedo al fracaso no es más que una de las formas más conocidas de la ansiedad. Es como su nombre propiamente indica el miedo a fracasar. El fracaso puede estar referido a exámenes, trabajo, conferencias/ponencias, relaciones sociales, etc.
La mayoría de las personas tienen cierto miedo al fracaso. Y esto resulta normal en la medida en la que te haces responsable de tus obligaciones y te comprometes con tus tareas. Trabajas y te esfuerzas en tus responsabilidades y por lo tanto quieres obtener un buen resultado (interiormente existe un sentimiento, con una intensidad reducida de miedo al fracaso, a no obtener el resultado deseado).
Cuando este miedo es moderado tiene un efecto positivo ya que te ayuda a «ponerte las pilas» y a esforzarte al máximo para conseguir un buen resultado. Sin embargo, cuando el temor a equivocarte se hace muy intenso puede llegar a bloquearte y a rechazar o abandonar tus tareas por la presión o por el miedo a fallar.
Para algunas personas fracasar resulta algo insoportable e imperdonable por lo que su comportamiento lo dirigirá a realizar acciones en las que se asegure no cometer ningún error. Esto supone vivir cada pequeño acto, hecho o meta con una presión elevadísima. O bien evitar o rechazar cualquier oportunidad o suceso al que tenga que enfrentarse. ¿Por qué? Porque no «se permite fallar o fracasar» y la simple idea de fallar le supone un miedo terrible que no está dispuesto/a a asumir.
El miedo al fracaso podemos entenderlo formado por 3 factores:
- Interpretación de la situación.
- Anticipación de las posibles consecuencias que se puedan derivar.
- Evaluación que hacemos de los resultados obtenidos.
Para entender que queremos decir con el anterior dibujo te exponemos un ejemplo práctico:
«Imagínate que te han ofrecido un nuevo puesto de trabajo que resulta complementario al actual, es decir, puedes compaginar los horarios y tu vida personal. Es una buena oportunidad para aprender y adquirir más experiencia, para conocer profesionales de tu ámbito y una forma de mejorar tu curriculum. Pero tras el ofrecimiento comienzas a interpretar la situación negativa por ser difícil de compaginar, sumando estrés innecesario, trabajo añadido, pérdida de privilegios al tener más responsabilidades, etc. Inmediatamente empiezan a aparecer en tu cabeza los típicos: «¿Y si…. no sé resolver lo que me planteen?¿ ….. me equivoco? ¿….se me presenta algo que no sé resolver? ¿….no soy capaz de compaginar ambos trabajos? ¿….estoy muy cansado y no puedo sobrellevar ambos trabajos?, ¿…? , etc. Seguro que hay cosas que no sé que hacer y me quedaré en blanco, qué vergüenza, ¿qué pensarán de mí? etc. » Tras esto aparecería la valoración como persona de: «Soy una fracasada», como no soy capaz de realizar este trabajo bien soy una fracasa como…..» (la profesión que sea).
Síntomas de miedo al fracaso
Detrás del miedo al fracaso lo que encontramos es una visión catastrófica y negativa de lo que creemos que ocurrirá anticipando un futuro de fracasos recurrentes, impredecibles e incontrolables. Esto genera un falta de control sobre los hechos que lleva a la persona a adoptar una actitud de rechazo o evitación a proyectos futuros que impiden alcanzar nuevas metas.
El principal síntoma que podemos observar tras el miedo al fracaso es la evitación de actividades o proyectos donde nos sentimos examinados y donde tenemos miedo a no llegar a conseguir con éxito eso que nos proponemos o para lo que vamos a ser evaluados.
El miedo al fracaso puede manifestarse en distintos niveles:
Síntomas a nivel cognitivo
- Dificultad para concentrarse, bloqueos cognitivos (quedarse en blanco) cuando nos exponemos a una actividad en la que tememos fracasar.
- Pérdidas de memoria momentánea.
- Imagen negativa de sí mismo. Autocrítica negativa.
- Locus de control interno.
- Rigidez cognitiva (autoexigencia o inflexibilidad con uno mismo)
Síntomas a nivel físico
- Temblores, sudores, palpitaciones, taquicardia.
- Molestias gástricas (diarrea, dolor de estómago,…)
- Ruborizaciones, ponerse colorado.
- Dolores de cabeza.
- Hiperventilación
Síntomas a nivel conductual
- Huir o evitar ciertas tareas o proyectos nuevos por el miedo a no realizarlo de forma perfecta.
- Perfeccionismo extremo.
- Comportamientos de rechazo o evitación.
Miedo al fracaso, ¿siempre es negativo?
Tenemos que hacer una diferencia entre fracasar y cometer errores. Todos cometemos errores alguna vez y eso es algo inherente al ser humano. El tomar decisiones supone acertar o equivocarnos en esa decisión, pero a su vez ese error nos permitirá en un futuro ampliar las posibilidades y estaremos en mejores condiciones de evitar ese error. Es decir, errar supone también aprender, es lo que se denomina aprendizaje por «ensayo y error»: pruebo, fallo y aprendo.
En ese punto lo importante es entender que cada error supone un fracaso. Errar es ditinto de fracasar. Como hemos dicho antes errores cometemos todos a lo largo de la vida pero eso no supone que éstos sean fracasos. El fracaso se entiende como algo estable, permanente y afecta a toda una parcela de la vida de la persona. Supone perder la esperanza de afrontar una nueva meta o desafío. Es decir, es esa sensación de incapacidad que invade a las personas que no controlan al 100% el resultado de la meta.
Por lo tanto y respondiendo a la pregunta, el miedo al fracaso es negativo porque limita a la persona a la hora de afrontar nuevas metas o proyectos rechazándolos o evitándolos experimentando una ansiedad irracional que le hará creer que va a fracasar siempre. Sin embargo, si el fallar lo entendemos como errores que cometemos porque aceptamos que no podemos controlar todo acerca de las nuevas metas no es negativo. Es aprendizaje.
Cuando experimentamos ese miedo al fracaso las consecuencias que se derivan son similares al estrés negativo. Esta ansiedad provocará dificultades para concentrarnos y funcionar de manera óptima. El miedo al fracaso ejerce una gran influencia en nuestra vida porque la limita y provoca una continua ansiedad irracional enfocada en el futuro (anticipación) con una visión catastrofista y limitante de la persona (valoración negativa personal).Esta ansiedad va a inhibir el comportamiento de la persona más que motivarle.
Cómo ayudar a un niño a superar el miedo al fracaso
Evitar el fracaso es algo casi imposible. Los niños están en continuo aprendizaje por lo que fallar es algo que ocurrirá a lo largo su vida. Lo importante es que los padres ayuden a sus hijos a superar este miedo a fallar. El fracaso no es algo a evitar sino que es algo a aprender y superar.
A continuación os propomos 5 estrategias para hablar con ellos y que le ayuden a ver el error como una oportunidad para aprender:
1. Habla con ellos de los errores
Habla con tus hijos de los errores y muéstrale la parte positiva de éstos. Ponle ejemplos en los que se hayan conseguido resultados positivos pasando previamente por varios errores. Incluso es muy positivo si piensas en posibles errores cometidos por los niños y en los que finalmente obtuvierons resultados satisfactorios.
2. Háblale de tus propios errores
Si le pones ejemplos de errores que has cometido en tu vida posiblemente verán que es algo que le pasa a todos y no solo a ellos. Por ejemplo, puedes hablarle de asignaturas que suspendiste o trabajos que tuviste que repetir porque no estaban correctos. Pero que finalmente corregiste y obtuviste un resultado muy bueno.
3. Motiva a tus hijos siempre
Si quieres que tus hijos superen el miedo al fracaso es importante que se enfrenten a actividades o tareas en las que puedan obtener éxito y se sientan seguros, aumentando así su autoconfianza. Pero al mismo tiempo exista la posibilidad de error o fracaso para así aprender estrategias para superar ese error.
4. Asumir ciertos riesgos
Enseñar a nuestros hijos que para conseguir éxito es necesario asumir ciertos riesgos. Si no arriesgan no sabrán nunca si podrían haberlo conseguido o no. Podemos ponerle ejemplos cotidianos de cuando empezaron a montar en bibicleta. Si no se hubieran arriesgado a la posibilidad de caerse cuando iban solos pedaleando sin ayuda nunca hubieran aprendido a hacerlo solos. Seguro que se caerían muchas veces pero también es seguro que aprenderían que cosas no debían hacer para no volver a caerse. Y aún así nunca tendría la certeza de que no se caerían nunca más.
5. Practicar y practicar
Es importante enseñar a nuestros hijos que para aprender es necesario practicar mucho y así lograr una mayor habilidad. Practicar y adquirir experiencia pasando por algunos errores ayudará a ganar confianza en uno mísmo y a afrontar los nuevos aprendizajes y retos de forma más autosuficiente.
10 claves para superar el miedo al fracaso
A continuación os poroponemos una serie de aspectos a tener en cuenta si te encuentras atrapado en este círculo del miedo al fracaso el cual te está impidiendo mirar al futuro con claridad y determinación:
1. Considera el fracaso como una oportunidad de aprendizaje.
Tomar decisiones supone aceptar la posibilidad de errar, hay 50% de posibilidades de acertar o de fallar. Piensa que fallar solo es eso, equivocarte en la decisión, aprender que esa opción no es la mejor y en la siguiente oportunidad tener en cuenta otras opciones para aumentar el porcentaje de acierto. Y si no, ¿Quién tiene la seguridad al 100% de que lo que decide o elige va a ser lo correcto?
2. Resta importancia a aquello que te provoque miedo
El miedo a fallar hasta un cierto punto es lógico y normal. Te preocupa aquello que te importa y por eso quieres que el resultado sea positivo o el mejor. Pero no hasta el punto de limitarte y no permitirte comerte errores.
3. No te recrees en tus errores
No te quedes anclado en los errores cometidos. Porque pienses más en ellos o en en lo que podrías haber hecho en el pasado y no hiciste no cambia nada ni soluciona el futuro. Aprende del error y adopta una perspectiva amplia de los resultados.
4. Modifica la interpretación del error (visión catastrofista)
En aquellas personas que tienen miedo al error uno de errores cognitivos que suelen presentar es interpretar el error de forma catastrofista. Por ejemplo, «sería horrible fallar en la expsosición» «No podría soportar que mi jefe tenga que corregir este trabajo en el que confía tanto en mí», «pensarán que no sirvo para este trabajo si me equivoco». Este tipo de pensamientos provocan aún más ansiedad y desde aquí te pregunto, «¿Sería tan terrible que no podrías soportarlo? ¿qué consecuencias tan terribles y horrorosas tendría fallar en esta exposición? ¿qué sería lo peor que podría pasarte si te equivocas?» Si por un momento paras esos pensamientos y respondes a estas preguntas, te aseguro que te sorprenderás de las respuestas. Pruébalo.
5. No atribuyas el error a tu persona (personalización)
Cuando cometemos errores en muchas ocasiones se acaba realizando una atribución personal de ese error. Por ejemplo, «soy incapaz de hacer esto bien» «soy la más torpe» «soy un inútil, al final todo me sale mal». Recuerda que cometer un error no significa que tú como persona seas un error.
6. Reduce tu grado de exigencia
No siempre el esfuerzo conlleva un resultado perfecto. Normalmente a más esfuerzo mejor resultado/éxito, pero no todo resultado depende al 100% de tu esfuerzo. O, ¿todo aquello que sale bien es porque se ha realizado de forma perfecta y minuciosa?.
7. Lo importante no es conseguirlo a la primera
Lo importante no es conseguir un resultado de éxito la primera vez sino intentarlo las veces que sean necesarias, valorar otras posibilidades y seguir otros caminos.
8. No anticipes el futuro
No te precipites y anticipes un fracaso antes de que llegue. Eso de «piensa mal y acertarás» no es lo más acertado. No puedes saber qué va a pasar hasta que no pase. Propónte pequeñas metas que puedas alcanzar en las que tengas la sensación de competencia y sientas la capacidad para llegar.
9. Acepta una parte de fracaso
No conseguir algo tal y como esperabas o habías pensado no significa fracasar. Significa errar y aprender para la siguiente ocasión en la que tengas que enfrentrarte a algo parecido. Supone un aprendizaje para hacer las cosas de un modo diferente y así obtener resultado diferentes.
10. Ponte en manos de un profesional
Si a pesar de todos estos pasos que te ofrecemos no consideras lidiar con el miedo al fracaso y está más presente en tu vida de lo que te gustaría. Si te limita más de lo que te gustaría y en muchas ocasiones tienes la sensación de dejar a un lado oportunidades por ese miedo a fallar, es posible que necesites ayuda de un profesional.
«RECUERDA: «¡No hay mayor fracaso que aquello que no se ha intentado!»