A menudo observamos (y sobre todo en los últimos tiempos) que en las conversaciones hay un elemento que está presente como una persona más. Se trata del móvil. Y es que son muchas las veces que al estar hablando con alguien notamos que no nos escucha. Y viceversa también ocurre, somos nosotros los que estamos más pendientes de nuestro móvil que de la persona que está hablando.
Pues bien, esto tiene un nombre y se llama Phubbing. Phubbing proviene del inglés de fusionar las palabras phone (teléfono) y snubbing (ignorar).Traducido al español el significado hace referencia al hecho de prestar más atención al móvil que a las personas con las que hablamos. Resulta muy molesto e incómodo pero ocurre más de lo que nos gustaría y más de lo que reconocemos.
En el caso concreto de España el 79% de la población usa estos dispositivos de una forma abusiva. Pero el fenómeno es aún más preocupante entre los adolescentes siendo un 87% de éstos lo que prefieren comunicarse a través del móvil que cara a cara. Esta preferencia puede conducir a dificultades sociales y a problemas para manejar las emociones hasta el punto de que muchos jóvenes (y no tan jóvenes) deciden terminar relaciones de pareja a través de WhatsApp.
Este fenómeno genera al mismo tiempo dificultades para afrontar problemas cotidianos ya que muchos de los problemas entre los jóvenes se dan en el entorno digital. ¿Por qué ocurre esto? porque a través de la pantalla no se conoce el impacto que nuestras palabras pueden tener y por lo tanto la reacción emocional que puede tener la otra parte. Es decir, tras la pantalla nos «escondemos» para no afrontar los problemas y así evitar la reacción que pueda tener la otra persona.
Entre las consecuencias que hay detrás del phubbing podemos destacar la dificultad para establecer relaciones sociales, bajo rendimiento escolar, inestabilidad emocional, descuido de rutinas básicas,….
Pero el problema de phubbing no solo afecta a los jóvenes. El 62% de los adultos reconocen ignorar su entorno y todo lo que hay a su alrededor cuando consultan su móvil.
Uno de los aspectos negativos es que con más frecuencia el phubbing está dejando de ser un fenómeno extraño e infrecuente pasando a ser un comportamiento normalizado y aceptado. Por lo que es importante ser consciente de los efectos negativos que puede dejar en nuestras relaciones sociales y en nuestra salud mental.
Modalidades de Phubbing
Phubbling en pareja
Este término hace referencia a las interrupciones frecuentes que se producen en la comunicación con la pareja para mirar el móvil. Estas interrupciones se producen de forma usual en las parejas incluso a veces sin ser demasiado conscientes de que está ocurriendo.
Para que una relación sentimental sea de calidad se precisa de un intercambio afectivo recíproco y la sola presencia de la pareja no es suficiente. El uso de los teléfonos puede interferir en esta reciprocidad de forma que las necesidades emocionales y de apego en las relaciones puede verse afectada. Es decir, el phubbing puede afectar de una forma importante a las relaciones de pareja dificultando la comunicación, la atención mutua y la afectividad.
Phubbing entre padres e hijos
Con este término hacemos referencia al hecho de dar prioridad al uso de la tecnología incluso en presencia de los hijos lo cual puede dar lugar a consecuencias negativas en la relación con ellos.
Somos conocedores de la importancia que tienen nuestros comportamientos como padres en los menores. Si observan que sus padres están continuamente con el móvil es muy probable que ellos adopten el mismo comportamiento. Esto sucede porque el ejemplo provoca infinitamente más impacto en nuestros hijos que las palabras. Por lo que son los padres los que, con el ejemplo, trataremos de que los jóvenes adopten un uso adecuado del móvil.
¿Cómo podemos evitarlo?
Como en muchos otros aspectos relacionados con los jóvenes corresponde a los padres establecer normas y límites para el uso del móvil. Algunos aspectos a tener en cuenta son los siguientes:
- Limitar el uso del móvil durante las comidas. Hay estudios que afirman que la sola presencia del móvil puede disminuir la calidad de la conversación así como la confianza entre los miembros que se encuentren reunidos.
- Establecer horarios específicos para el uso del móvil. Evitar especialmente su uso antes de dormir.
- Silenciar notificaciones durante actividades que se realizan en familia o mientras los menores hacen los deberes.
- Acordar un lugar para dejar los móviles. Se trata de establecer un lugar donde todos los miembros dejen los móviles durante las comidas, horas de trabajo o momentos en familia.
- Fomentar la resolución de conflictos cara a cara. Enseñar a los menores y jóvenes a resolver los problemas de forma directa sin mediar el uso del móvil.
- Establecer tiempo de juego sin móvil. Se trata de buscar una franja horaria donde se fomenten los juegos creativos que no impliquen el uso de dispositivos electrónicos.
