Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) cada año 2,8 millones de personas mueren por accidentes y enfermedades laborales (algunos a causa del estrés laboral), a los que hay que sumarle los 160 millones de trabajadores que se ven afectados por enfermedades relacionadas con el trabajo y los 374 millones de lesiones no mortales.
Si bien el trabajo nos reporta un salario con el que poder vivir, amén de las realización personal y sentimientos de utilidad, también puede llegar a ser motivo de deterioro de nuestra salud física y mental, generando, entre otras, situaciones de estrés laboral en el que nos centraremos.
Entendemos por estrés laboral esa adaptación del organismo en forma de respuesta psico-fisiológicas cuando percibe como amenazante un determinado estímulo estresor o aquellos factores psicosociales de riesgo que afectan a la salud y funcionamiento del trabajador; si a la percepción amenazante se le suma la escasa capacidad de afrontamiento de las demandas que plantea el estímulo estresor el proceso de estrés está garantizado.
La pandemia actual que vivimos ha incrementado el estrés laboral de quienes siguen trabajando, motivado por factores como: incertidumbre de la continuidad laboral, las reorganizaciones de los roles, cambios en las condiciones ambientales de trabajo (incluidos quienes teletrabajan), cambios en los horarios, aislamiento de quienes teletrabajan, reorganización de salarios, ERTES, adaptación a las nuevas formas de comunicación…
Síntomas del Estrés Laboral
Si crees estar pasando por un proceso de estrés laboral mantenido, a diferencia de aquellos que son temporales y tienden a ser mejores afrontados, te invito a prestar atención a las siguientes señales para facilitar la identificación:
Síntomas psicológicos y/o emocionales:
- Ansiedad, irritabilidad, fatiga…
- Depresión: tristeza, apatía, desánimo, pérdida de motivación, infelicidad…
- Dificultades para atender y concentrarte en las tareas de laborales y resto de funciones.
- Lagunas de memoria.
- Alteración del sueño.
Síntomas físicos y problemas que pueden estar relacionados con el estrés.
- Gastrointestinales: dolores estomacales, náuseas, diarreas, úlceras, dispepsia (hinchazón del estómago, pesadez, sensación de estar lleno…), exceso de gases (flatulencia), intestino irritable, enfermedad de Crohn…
- Problemas en la piel: sudoración excesiva, prurito (picor en determinadas zonas), psoriasis, dermatitis atópica, alopecia (caída de pelo), urticaria, rubor facial…
- Musculares: rigidez muscular, temblores, tic nerviosos, contracturas musculares, cefaleas tensionales, dolores musculares…
- Problemas sexuales: alteraciones tanto en la conducta sexual como en la función reproductora. Destacamos la impotencia, eyaculación precoz, inapetencia sexual, coito doloroso, alteraciones del ciclo menstrual, abortos y partos prematuros en embarazos…
- Coronarios: hipertensión arterial, taquicardia, arritmias cardíacas, enfermedad coronaria, aneurisma…
Síntomas comportamentales:
- Aumento de los accidentes laborales.
- Disminución del rendimiento laboral e insatisfacción.
- Aislamiento de los compañeros de trabajo.
- Consumo de drogas: cigarros, alcohol…
- Consumo de psicofármacos: ansiolíticos y antidepresivos principalmente.
- Retraso en la puntualidad.
- Falta de implicación.
- Tendencia a ausentarse del trabajo por dolencias de distinta naturaleza.
- Incremento de las bajas médicas.
- Disminución de las relaciones sociales, familiares y de pareja.
- Etc.
Cómo combatir y reducir el estrés laboral.
Si es tu caso que te encuentras inmerso en una dinámica completa de estrés laboral presta atención a las muchas recomendaciones que te sugerimos, teniendo en cuenta siempre que unas más que otras se adaptarán a tu situación personal.
21 consejos para evitar el estrés laboral
- Busca apoyo en alguien de confianza de tu entorno; liberarnos del exceso de la carga soportada puede ser terapéutico.
- Plantéate cambiar de trabajo o de rol en tu organización; quizás tus habilidades no se adecúen a las características del perfil profesional que ejerces.
- ¡Tu jornada laboral acaba cuando sales por la puerta de la empresa! Recuerda: trabajamos para vivir, no vivas para trabajar.
- Practica ejercicio físico, reducirás los niveles de cortisol (hormona del estrés) y aumentarás tus endorfinas, mejorando estado de ánimo y niveles de estrés.
- Invierte en tu descanso nocturno. Genera todas las condiciones para que tu sueño sea de calidad.
- Identifica qué variables son las que más te estresan de tu trabajo y plantea cómo puedes darle otro enfoque.
- Practica actividades placenteras la mayor parte de los días.
- Si tu relación con tu jefe es buena puedes sentarte con él si crees que tiene algo que decir en lo que te ocurre.
- Organiza bien tu espacio de trabajo y tu mente; establécete objetivos a diario para así estructuras mejor el tiempo de trabajo. Establece prioridades.
- No asumas la parte del trabajo que no te corresponde, delega en los demás (no eres vago por ello).
- Conoces tu cuerpo a la perfección, identifica ese momento en el que continuar supondría un serio agravio para tu bienestar. Tómate un respiro y vuelve a la carga.
- Adéntrate en el entrenamiento de las distintas técnicas de relajación que existen.
- Recuerda que te ilusionaba de tu trabajo y haz por recuperar la chispa perdida.
- No necesitas la aprobación de todos los que conforman tu entorno laboral; una desaprobación no es una muestra de tu incompetencia. Sigues siendo igualmente válido.
- Abandona tus pretensiones de perfección, es incompatible con tu salud mental.
- Ante cosas insignificantes no reacciones de forma exagerada, relativiza para que no te saquen de quicio.
- Ante los problemas que se presentan resuelve lo antes posible, evitarlo eternizará el problema, con el consiguiente desgaste personal mayor.
- Ayuda a los demás pero sin asumir la carga del problema del otro.
- Acepta que hay soluciones a tus problemas que no son la opción perfecta, pero sí la mejor de las posibles.
- Aunque en nuestra cultura tenga mala publicidad ser egoísta recuerda que tu felicidad es responsabilidad tuya, tenemos derecho a velar por nuestra necesidades cuando decimos NO.
- Del mismo modo que tienes derecho a decir NO, lo tienes para pedir ayuda. Muchas personas no lo hacen por creer que serán rechazados.
Baja por estrés laboral, cómo evitarla o solicitarla.
En España el 30% de las bajas laborales están propiciadas por el estrés (INE, 2018), siendo 40 millones de trabajadores los afectados anualmente en Europa por esta misma causa; con estos datos las empresas tienen hoy día el reto de velar por la salud del trabajador, sólo de este modo podrían asegurar la productividad que desena.
¿Cómo evitar una baja por estrés laboral?
El máximo organismo mundial en materia de seguridad y salud del trabajador (OIT) señala entre otras medidas colectivas para prevenir el estrés:
-Carga de trabajo:
Horario laboral razonable y previsible, tiempos y plazos razonables. Ratios de personal adecuado.
– Apoyo social:
Clima de trabajo sano, contacto entre trabajadores, comunicación fluida supervisor y trabajador, conciliar vida laboral y familiar, reforzar la motivación.
– Equipara el trabajo al trabajador:
Asegurar que el trabajador posee las habilidades, experiencia y competencia adecuada para las características de las tareas a desarrollar. Permitir opinar al trabajador sobre cómo llevar a cabo su trabajo.
– Transparencia y justifica:
Asignar roles claros sin ambigüedad, tareas claramente definidas, medidas de seguridad, remuneración a la altura del desempeño, procedimientos de solicitudes del trabajador a la vista.
– Entrenamiento y educación:
Formación para favorecer el buen desempeño del trabajador en el puesto ocupado, información sobre los riesgos asociados al estrés laboral para su prevención.
– Ambiente físico laboral:
Asegurar el máximo de condiciones ambientales favorecedoras de la productividad, seguridad y salud del trabajador.
No puedo más, necesito solicitar la baja médica.
Para solicitar la baja laboral por estrés laboral has de acudir a un médico de la Seguridad Social para que estudie tu caso -no médico privado-. Si valora que tu afectación está relacionada con el trabajo la baja será entonces por contingencias profesionales, siendo tu mutua la responsable de diagnosticar y efectuar la baja, así como sufragar la baja médica. La duración máxima de la baja es de 12 meses, ampliables 6 meses más.
En nuestro gabinete de psicología contamos con profesionales capacitados para llevar a cabo la recuperación que un proceso de estrés temporal o crónico puede provocar en el trabajador. Un estudio de tu caso permitirá cortar un traje a la medida para hacerte de nuevo con el control de tu vida.
Estamos situados en Herrera (Sevilla), a escasos kilómetros de la A-92, en el centro de Andalucía, concretamente en la campiña Sierra Sur Sevillana (Estepa, Pedrera, Gilena, El Rubio, Casariche, Osuna, Marinaleda, Puente Genil, La Roda de Andalucía, Los Corrales, Martín de la Jara…).